Cerrar los ojos.
Cómo quisiera cerrar los ojos y empezar de nuevo y abrirlos después con la tardía lucidez que traen los años pero con la vitalidad que ya no tengo.
Dios da pan al que no tiene dientes, pero antes, mucho antes, le dio hambruna al que los tenía.
Linda trampa la de Dios.
Después de todo los refranes populares son algo así como un curriculum divino.
Cerrar los ojos, pero no para mis corrientes pesadillas, sino para tocar el fondo de las cosas.
Allí están las imágenes, las elocuentes, las sólo para mi.
Cada una como revelación que no entendí ni atendí…
Primavera con una esquina rota
Mario Benedetti.
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