domingo, 27 de noviembre de 2011



Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos.
Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que sé de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea. Sí, Zipi, va por vos.
Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás palmado un poco.
Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas.
Que un euro se ahorra, y un polvo se pierde. Para siempre. Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miren mal. Es mejor dedicarse toda una vida a algo que te divierte a pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un solo día trabajando únicamente por dinero.
Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va.
Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos. Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.
Qué más. Ah, sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los treinta, ya jamás pasarán de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí todo es mentira.
Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo al tener razón.
 EL SENTIMIENTO NEGATIVO.-RistoMejide.


sábado, 26 de noviembre de 2011

- Desconfío de las sonrisas programadas.
- Desconfío de quienes repiten consignas.
- Desconfío de los halagos de los desconocidos.
- Desconfío de los que no se emocionan con un buen libro o una canción.
- Desconfío de quien se fija más en los resultados que en los medios.
- Desconfío de los que intentan impresionar solo con apariencias.
- Desconfío de quienes tienen una sola inquietud.

Y, a veces, también desconfío de mí.

Pero en ocasiones bajo la guardia, porque confiar es una de las cosas que vale la pena hacer en la vida.
Lo que es bueno hoy, quizás no lo sea mañana,
he hay el valor del momento, he hay el presente perfecto.
La oportunidad te llega, tú veras si te montas en ella... 


Todo es tan relativo no es que recuerde sino que no olvido
eso es el perdón, recordar sin dolor...

jueves, 17 de noviembre de 2011

miércoles, 16 de noviembre de 2011

La primavera.

Será que se nota el paso del tiempo,
que cierra las cicatrices del alma,
yo como soy discípulo del viento,
me siento a esperar que llegue la calma


Será que le doy demasiadas vueltas,
y mil veces caigo en la misma trampa,
menos mal que ahora duermo a pierna suelta,
yo nunca pierdo toda la esperanza.


domingo, 13 de noviembre de 2011



Y, sumida en un abismo de perplejidad, se consuela removiendo largo rato su azucarillo sin azúcar en el fondo de su café sin cafeína.

                           La sal de la vida - Anna Gavalda

martes, 8 de noviembre de 2011

Las promesas se rompen...

Cuando tus actos contradicen a tus palabras,  has de atenerte a los posibles juicios, mientras tu credibilidad se evapora y la confianza se pierde. Las amistades cambian, algunas relaciones evolucionan y otras simplemente afloran el fracaso.
Al cabo del tiempo te das cuenta de que pocos caminan contigo, y con el dolor de la desilusión a cuestas te vuelves fuerte, te mantienes frío aunque por dentro todo esté ardiendo, pues las consecuencias son inevitables y hay que lidiar con ellas, seguir hacia adelante y dejar que el tiempo ponga todo en su sitio, para así sanar las heridas que siguen abiertas.
                                                                                                                               Lara.

"La amistad es un bien no duradero, sobre todo en los tiempos difíciles. Cada amigo, por serlo, no significa un agregado familiar o un compañero inseparable. Vale por la confianza y el afecto, mientras perduren."

Fernando de la Rúa

miércoles, 2 de noviembre de 2011


Nunca he entendido, muchos menos he compartido esas alusiones indirectas y gratuitas. Menos cuando eso conlleva faltar a tus palabras, a la amistad que proclamaste y no me sirve el cambio de opinión ni excusas como esas. Solo espero que nunca puedan decir que me han visto haciendo lo contrario a lo que digo, espero que nunca puedan reprocharme que mis palabras fueron vacías y banales, que fallé a mis censuras.Yo soy lo que pienso y lo que digo, soy lo que realmente puedes llegar a ver en mi.

Nunca te conocí, pena de mi, que nunca te vi venir, no estaba preparada para esa parte de ti...


                                                                                          Lara.

Nos cuesta tanto mantener lealtad a alguien o a algo, como si supiésemos que algo mejor vendrá, y quizás nos estemos evadiendo de lo que realmente sabemos, obviando la oportunidad que tenemos delante, dejando siempre de lado el presente perfecto.
                                                                                                                     Lara.