lunes, 24 de junio de 2013


Desperté en el ácido de mis sudores, sumido en una
calma extraña. Ya no llovía en el patio, llovía en mis ojos.
Rabia. Lágrimas. Lágrimas de sillón dormitando un sueño.
Cuando la lluvia cesó en un camino cualquiera, en un lugar
también cualquiera, se encontraron la duda y la herida...

-El no saber que hubiera pasado me hace pasar
las noches en vela, dijo la duda.
-A mí es el dolor lo que no me permite dormir.
-Estamos iguales, dijo la herida.
-Te equivocas; tu herida con el paso del
tiempo cicatrizará hasta no dejar huella,
mientras que en mí, la duda irá creciendo cada
día hasta matarme, dijo la duda comenzando a
llorar.

La herida cogiéndola de la mano la consoló y siguieron
camino juntas...

Y empiezas un día a sentirte solo. Coincide con el día
en el que naces. Solo en tu sentimiento, en tu ilusión, en
tu decepción. Solo en tu llanto, en tu esperanza... solo en
tu soledad, queriendo formar parte de, deseando componer
algo, deseando romper las cadenas que te esclavizan
a tu propio yo. Pero tu yo es tu límite. Nadie puede sentir
como tú, pensar como tú; nadie se puede poner en tu lugar.
Es ahí donde la soledad reside...

sábado, 15 de junio de 2013


Solo soy una voz, un pensamiento,
la aguja del reloj a contratiempo,
el sentimiento de los corazones buenos,
soy como tu nada más y nada menos.
Soy el viento, el tiempo y el dolor,
soy el llanto de la flor que se ha convertido en rio,
soy el canto de las voces sin voz
soy la gente, y todos sus nombres son el mío.



Yo solo soy el esfuerzo y el intento
voy desprotegido contra el viento.
Soy como tú, siempre libre sin dueños
busca la respuesta dentro de tus sueños.
Esfuerzo es el engranaje del talento
escucha y veras que no te miento.
Calibra bien tus frenos
caiga lo que caiga no te vengas a menos.
Sigo buscando la realidad
yo solo topo con la realidad
el fuego siempre quema y el fuego siempre quema
pero yo sigo buscando.

martes, 4 de junio de 2013

Ironía.

Soy libre: ya no me queda ninguna razón para vivir, todas las que probé aflojaron y ya no puedo imaginar otras. Todavía soy bastante joven, todavía tengo fuerzas bastantes para volver a empezar. ¿Pero qué es lo que hay que empezar?
— La náusea, Jean-Paul Sartre